23. Carta de Áldemir y Cirdán

Estimado Lévinas:


Gracias por explicarme por qué Leo es como es, la verdad que su pasado no fue muy agradable, pero eso no es excusa para que se comporte así conmigo.
Al final Áldemir y yo le convencimos para que volviera a su pais, pues ante esta crisis no debería dejar por más tiempo sus obligaciones apartadas.
Tiene una esposa encantadora que por desgracia no recibe ni la mitad del cariño que le da, pero a pesar de ello estoy totalmente seguro de que será la mejor de las reinas.

La situación aquí empezaba a ser bastante tensa entre los tres, y la verdad es que no me he sentido cómodo con la visita de Leo, y menos con las continuas eleas y piques entre este y Ál. 
Cirdaheril y Leo partieron ayer en un gran crucero que espero les sea de su agrado. El viaje será
largo, pero supongo que cuando recibas esta carta ellos estarán allí (A no ser que alguna tormenta invernal les retrase)

Mis más sinceros saludos

CIRDÁN

Estimado Lévinas:

Me temo que tengo malas noticias sobre tu rey (Aunque según se mire pueden llegar a ser muy buenas...y no, no ha sido infiel a su mujer, básicamente porque no lo he permitido). Antes de nada te diré que, aunque me encante lo sucedido, yo no he tenido nada que ver en esto: Cirdán ha embarcado a Leo y Cirdaheril en un barco pirata!
Como lo oyes, parece que el chaval se tenía bien guardada la revancha. 

Al parecer pagó al capitán para que los llevase a tu país tratándolo como a un prisionero. Tengo entendido que a Cirdaheril no le va a pasar nada, al contrario, la tratarán como una auténtica dama.
Me ha contado Cirdán que le costó convencer a Leo de que embarcara, haciéndole creer que sus sospechar sobre que era un barco pirata eran infundadas.

Cuando llegue allí no quiero ni saber el cabreo que Leonnard tendrá, así que lo siento mucho pero tendrás que estar alerta. Eso sí, cuéntame su llegada con pelos y señales (No para reirme, sino para castigar a Cirdán...)

Un saludo: 

Áldemir Valls